Ramón Tejedor: «Vamos a favorecer el crecimiento empresarial y apoyar el emprendimiento»

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El director gerente del Instituto Aragonés de Fomento, Ramón Tejedor, habla en una entrevista concedida a elEconomista.es sobre las líneas de trabajo que se van a desarrollar al frente de esta entidad. Apoyar el tejido empresarial para que crezca y gane en competitividad y la atracción de nuevas empresas que se instalen en la comunidad son algunos de los objetivos a los que se suma un apoyo decidido a todos los campos del emprendimiento, incluyendo el cultural, a través de nuevas líneas y convocatorias. Además, se va a trabajar en la segunda oportunidad para emprendedores y se van a mantener todos los programas como el Empresa Plus, Aragón Empresa, la línea de franquicias y el Foro Pilot, que se celebrará el próximo mes de mayo.

 

 

¿Qué objetivos se ha marcado al frente del IAF?

El objetivo fundamental es el de contribuir como agencia de promoción económica del Gobierno de Aragón a facilitar el desarrollo económico de nuestra región, trabajando para resolver los desequilibrios territoriales y, en definitiva, hacer realidad un objetivo básico que el presidente del Ejecutivo aragonés, Javier Lambán, expuso ante las Cortes de Aragón cuando presentó su programa de gobierno en julio de 2015: empleo de calidad y un sector empresarial innovador, moderno y con capacidad de crecer.

No olvidemos que el IAF se creó en 1990 por Ley de Cortes de Aragón. En consecuencia, tiene una larga trayectoria pero, en cada momento, los retos son diferentes. Cuando se creó Internet, por ejemplo, no existía o era una herramienta muy incipiente y la economía digital no era un objetivo estratégico, aunque ahora impregna el futuro del sistema productivo. Este es un terreno en el que queremos incidir fundamentalmente.

También, en Aragón, tenemos un objetivo básico si queremos fortalecer el tejido productivo, que es favorecer el crecimiento empresarial porque no puede ser que el 90% de las empresas tenga menos de diez trabajadores. Hay que favorecer ese crecimiento empresarial y, para ello, hacen faltan campos como la formación y financiación.

A través de los departamentos de Economía, el de Innovación y el de Vertebración Territorial de Gobierno de Aragón e instrumentos como el IAF o el Instituto Aragonés de Empleo (INAEM)… estamos trabajando en crear sinergias y programas específicos para favorecer el crecimiento empresarial porque si crecemos tendremos más posibilidades de internacionalizar las empresas.

La internacionalización es básica para hacer frente a las crisis cuando se presentan de forma recurrente porque la economía tiene fases cíclicas. Además, la internacionalización nos posiciona como territorio y como empresas que están en la cabeza de la innovación porque nadie vende fuera si no es con productos en el top de la calidad y de la tecnología.

Para conseguir estos objetivos, ¿qué líneas de trabajo se van a seguir?

Tenemos varías líneas estratégicas. Por una parte, queremos aprovechar el talento que hay en Aragón de muchas personas jóvenes que terminan su formación universitaria y que tienen ideas para desarrollar y que necesitan que se les apoye desde una entidad como el IAF.

Es decir, facilitar y apoyar el emprendimiento es un objetivo estratégico del IAF en estos tiempos. ¿Qué tipo de emprendimiento? El emprendimiento en el campo agroalimentario porque la industria agroalimentaria es básica y queremos también contar con una nueva línea de emprendimiento que ponga en valor las zonas de montaña -en Aragón hay dos grandes áreas de montaña como son la Cordillera Ibérica y la Pirenaica-, facilitando iniciativas económicas coherentes con el objetivo de la conservación del territorio.

No nos olvidamos del turismo verde ni del emprendimiento en material social y, además, vamos a desarrollar una línea totalmente nueva de emprendimiento de las industrias culturales. El sector de la cultura es un vector de desarrollo de una sociedad moderna y avanzada, que hay que contemplarlo desde una organización como el IAF.

La cultura es muy amplia y, en este campo, cabe poner en valor a Aragón como un territorio en el que el cine y la televisión encuentren su lugar para hacer películas o series televisivas. El objetivo es promover el territorio de Aragón como una plataforma cultural no solo en el terreno de la cultura convencional, sino también en lo audiovisual que, desde mi punto de vista, forma parte de la cultura.

El tema del emprendimiento es un objetivo básico y lo vamos a hacer en colaboración con la red de centros de emprendedores del Gobierno de Aragón y de las entidades privadas en el territorio. Están los CEEI en Zaragoza, Huesca, Teruel, Graus Andorra, Mequinenza… y vamos a incorporar más porque hay ayuntamientos como los de Ejea y Sabiñánigo que tienen iniciativas en materia de emprendimiento que hay que coordinar. Nuestro objetivo es también trabajar y potenciar para esta tarea la Fundación Emprender, que es una entidad formada por entes públicos, privados, universidades… y tutelada por el IAF.

En el informe GEM, Aragón se pone como ejemplo de territorio español en el que hay más supervivencia de proyectos emprendedores en fase startup o de incubación. La tasa de fracaso es más baja en la comunidad aragonesa. Esto entronca con el talento que hay aquí. Como en Aragón hay talento, entusiasmo y determinación -los tres vectores fundamentales para el emprendimiento-, es importante facilitar la tarea a las personas con esas iniciativas. Desde el IAF se hace una tarea básica en mentoring, asesoramiento y acompañamiento.

En todas esas tareas de emprendimiento, las TICs, Industria 4.0, Big Data… son básicas. Todas deben formar parte del sistema de eco-innovación en Aragón. Además, con Telefónica, nos sumamos al proyecto Open Future para favorecer el emprendimiento en el sector TIC. Queremos abarcar todos los campos en materia de emprendimiento porque luego bastantes de esas empresas crecen y crean empleo y se van consolidando sectores estratégicos.

¿Cuándo se van a poner en marcha las nuevas líneas emprendedoras?

El IAF hará periódicamente en todas las convocatorias para presentar iniciativas. Será antes del verano.

Uno de los problemas que tienen en general los emprendedores es no poder volver a emprender cuando han fracasado una vez. ?Se va a trabajar en la segunda oportunidad?

En las nuevas convocatorias queremos facilitar que, cuando los fracasos no han sido por incompetencia personal sino porque la situación del mercado muchas veces manda y los proyectos no salen adelante, podamos acompañar a esas personas que tengan otro tipo de iniciativas para poner en marcha fruto de su talento personal.

Desde el IAF también se trabaja para la instalación de nuevos inversores en la comunidad. 

Estamos trabajando con la Dirección General de Economía del Gobierno de Aragón porque queremos favorecer la instalación de empresas en la comunidad aragonesa. Estamos viendo que hay muchos proyectos que nos vienen a plantear su ubicación en Aragón y que son muy interesantes en muchos campos como el agroalimentación, sector papelero, farmacéutico, TICs, nuevos materiales…

Hay que acompañarles para gestionar desde las ayudas de incentivos regionales del Ministerio hasta favorecer la interlocución con administraciones locales, que tienen que poner a disposición terrenos y facilitar los cauces para que estos proyectos lleguen buen término.

Soy optimista a medio plazo porque Aragón es una plataforma extraordinaria para favorecer la inversión de proyectos empresariales. Estamos geoestratégicamente situados en el centro de un área geográfica formada por capitales como Bilbao, Barcelona, Valencia y Madrid.

En un radio de 300 kilómetros, tenemos concentrada la mayor parte de población y PIB más significativo de España y contamos con una buena red de comunicaciones tanto de autovías como de la línea de alta velocidad y con unas excelentes plataformas logísticas en Zaragoza, Huesca, Teruel y Fraga.

Aragón es una gran plataforma logística y hay que comprenderla como tal, ya que es lo que está favoreciendo que las empresas vengan a la comunidad. Faltan por resolver algunos estrangulamientos como las comunicaciones con Francia para lo que no podemos renunciar a la reapertura del Canfranc o la conexión internacional España-Francia.

En relación a la gestión de fondos europeos, ¿qué papel va a jugar el IAF?

El Gobierno aragonés tiene un interés fundamental en que ni un solo euro que pueda venir de financiación europea a Aragón se pierda y, en particular, los fondos europeos que ayuden a la puesta en marcha de iniciativas económicas y empresariales en colaboración con centros investigación y con la universidad.

En Aragón, hay un importante sistema de ciencia, tecnología e industria. Para poner en marcha ese ecosistema innovador, hay que saber aprovechar recursos de la Unión Europea y hay que estar muy al tanto de las convocatorias y ayudar a las empresas a conocer las que existen, facilitar que presenten los proyectos y acompañarles en la búsqueda de socios europeos empresariales y en I+D+i para que lleguen a buen puerto. El IAF quiere ser un elemento fundamental en esta estrategia que el Gobierno de Aragón quiere implementar para que no se pierdan recursos europeos.

¿Seguirán gestionando una parte del Fondo de Inversiones de Teruel?

En el Fondo de Inversiones de Teruel (FITE), hay un parte que se gestiona desde el IAF. En este fondo, hay líneas de apoyo a la industria, al sector agrolimentario y a la implantación de las redes gasísticas y eléctricas. Estas partes, en el pasado, eran muchas de ellas subvenciones directas acordadas con el IAF, pero con la llegada de la ley de subvenciones y de lo que llamamos transparencia, todas las líneas se van a convocar por concurrencia competitiva. Es decir, vamos aponer en marcha un procedimiento para seleccionar los mejores proyectos.

Estamos preocupados en IAF por el retraso que, con la coyuntura de un Gobierno de España en funciones, se está produciendo para definir y determinar las orientaciones del FITE en 2016. Estamos en abril y el Gobierno central no ha convocado la comisión mixta Gobierno central-Gobierno de Aragón para aprobar primero el convenio que regule el FITE 2016 y, en segundo lugar, aprobar los proyectos y las líneas estratégicas que definen la distribución de los 60 millones, de los que 30 aporta el Gobierno de Aragón y otros 30, el Gobierno central.

Uno de los nuevos programas que se ha puesto en marcha desde el IAF recientemente es el de Responsabilidad Social Empresarial. ¿Qué fines tiene?

El Plan Responsabilidad Empresarial es otra de las líneas y ha sido un empeño personal. Recientemente, en Aragón se ha firmado un acuerdo con sindicatos y organizaciones empresariales del que es fruto el Plan de Responsabilidad Empresarial, que está dirigido a las empresas privadas, autónomos, pymes y al sector público, es decir, a las empresas y entidades de la administración pública.

Creemos que es muy importante que las empresas se sumen a este reconocimiento y a la obtención del sello de Responsabilidad Social Empresarial porque eso querrá decir que se cuidan las condiciones laborales y calidad de las relaciones interpersonales en el seno de las plantillas, lo que abarca la retribución, conciliación de la vida laboral y familiar…

Queremos que las empresas que vendan servicios y productos se sumen, por ejemplo, al sistema arbitral de consumo y que las empresas se comprometan con el concepto de economía circular.

Además, también queremos empresas comprometidas con su entorno social, apoyando y poniendo en marcha iniciativas con organizaciones no gubernamentales que trabajan en el campo de la exclusión social, y compañías comprometidas con la eficiencia energética porque significará que los recursos se usan de manera racional y sostenible, contribuyendo a un menor consumo energético y a formar parte de las estrategias que combaten el cambio climático.

Todo este plan vamos a ayudar a las empresas a ponerlo en marcha a través de planes impulsados desde el IAF. También vamos a proponer al Gobierno de Aragón la creación de un observatorio de Responsabilidad Social Empresarial en el que, además de sindicatos y empresarios, estén colectivos, entidades sociales y agentes socioeconómicos para que puedan participar para definir una estrategia tendente a que Aragón sea un territorio socialmente comprometido con el futuro.

¿Qué línea se va a seguir con los clústeres aragoneses?

Queremos poner en marcha, en colaboración con el Departamento de Innovación del Gobierno de Aragón, un plan de apoyo a los clústeres, que lo vamos a presentar en los próximos dos meses. Organizaremos jornadas técnicas sectoriales de cada cluster para debatir problemas que tienen las empresas correspondientes y establecer un foro de diálogo en el que se pongan sobre la mesa cuáles son los problemas y las soluciones y abordar cómo mejorar el tejido productivo en cada área de los diversos clústeres.

Próximamente se celebrará el Foro Pilot, ¿qué novedades va a haber?

Hasta ahora se ha hecho en Zaragoza y, desde este año, he puesto en marcha que se celebre además en las tres localidades en las que hay también plataformas logísticas. De este modo, va a haber Foro Pilot en Huesca, Teruel y Fraga, además de en Zaragoza, todo en un intervalo de una semana, del 14 al 18 de mayo. Todo Aragón es una gran plataforma logística por su posición geoestratégica.

El lema es «Competitividad 4.0. Las tecnologías al servicio de la cadena de suministro» y se tratarán temas como el Big Data, las aplicaciones prácticas de 4.0 en las pymes, la Industria 4.0 como factor de competitividad, la logística como oportunidad competitiva del alto Aragón, la aeronáutica como oportunidad de competitividad logística o las nuevas tecnologías como factor de competitividad, entre otros temas.

¿Se seguirá con el programa Aragón Empresa?

Sí. Lleva 20 años y, por primera vez, el año pasado se entregó el sello de oro a ocho empresas (cuatro grandes empresas y cuatro pymes). Está muy consolidado en Aragón, en el ámbito económico, y merece la pena mantenerlo y, en la medida posible, potenciarlo. Además, vamos a mantener todos los programas.

También se ha puesto en marcha recientemente un programa específico para las empresas familiares. ¿Cómo está funcionando?

El plan se presentó recientemente y está teniendo su desarrollo como lo siguen teniendo los cursos de formación para empresarios. La empresa familiar para nosotros es muy importante porque está demostrado que un número significativo de empresas familiares en segunda o tercera generación desaparece. Ese know how y ese conocimiento y posicionamiento en el mercado sólido, que muchas empresas familiares han conseguido, hay que mantenerlo.

El plan, consensuado con Asociación de la Empresa Familiar (AEFA), tiene que dar frutos en formación, asesoramiento financiero, asesoramiento en gestión empresarial, mentoring y en empresas familiares de éxito que se comprometan a apadrinar proyectos.

Hablando de formación, ¿se va a mantener la programación de cursos?

Sí. Tratamos de cubrir demandas que nos hacen a la carta a través de web o que nos vienen directamente aquí. El calendario de cursos es amplísimo. Se cubren todos los aspectos que hoy son fundamentales para posicionar una empresa, apoyarla en internacionalización…

El valor añadido de nuestra formación es el conocimiento cercano y próximo que tenemos de la realidad empresarial y de sus problemas y soluciones porque 20 años son muchos y el IAF tiene un buen capital humano, que se ha formado en cuestiones que son objeto de nuestra actividad. El éxito de cualquier iniciativa depende de los recursos humanos que se tienen y, aquí, a mi juicio, se caracterizan por un gran nivel de profesionalidad y preparación personal.

¿Se va a continuar participando en empresas?

La participación en el capital societario de las empresas no debe ser un objetivo del IAF porque hay otros instrumentos como Sodiar, Suma, Avalia… El sector público aragonés tiene otras entidades cuya misión es la de canalización financiera y de recursos hacia proyectos empresariales viables. Creemos que hay que plantearse la desinversión en sectores ya maduros en los que participó en su día el IAF como es la vitivinicultura.

Es un objetivo de esta legislatura desinvertir y retirarse del sector cuando funciona bien y canalizar esas energías a las entidades que ya están como Sodiar. Ese es el cauce. El nuestro es estudiarlos, analizarlos y derivarlos a esas entidades. Por ejemplo. Sodiar puede implementar un programa de microcréditos que faciliten que esas iniciativas puedan salir adelante en áreas como la economía social y cooperativismo, que es un campo de gran futuro.

 

Fuente: El economista.

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