Los ‘baby boomer’ no quieren dar el relevo a las siguientes generaciones

Los nacidos a partir de 1945 prolongan su vida laboral, continúan dirigiendo los negocios que crearon y se resisten a vender la compañía.

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A los baby boomer les cuesta dejar su negocio. Pese a las predicciones de que muchos miembros de la generación nacida entre 1945 y 1965 ya se estarían preparando para la retirada, la mayoría está aguantando más de lo previsto. Según los datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, en 2013 los mayores de 55 años eran los dueños del 38% de las empresas, una fuerte subida respecto al 29% de 2005.

Este fenómeno se debe a varios motivos. En algunos casos, los familiares más jóvenes no quieren tomar las riendas, complicando los planes de sucesión. Otras veces se debe a que todavía no se han recuperado de la recesión. «El mundo ha cambiado y ha aumentado la vida laboral activa de los más mayores», asegura Judy Habib, de 61 años, cofundadora y directora general de KHJ Brand Activation, una firma de márketing de Boston con 50 empleados. «Los baby boomer no estamos muertos», añade. Habib espera preparar a sus sucesores y ofrecerles asesoramiento en el futuro, pero todavía no ha decidido que sucederá con la propiedad de su compañía, de más de 30 años de historia.

Las ventas de los pequeños negocios cayeron un 3% en 2015, después de que en 2014 alcanzaran el nivel previo a la crisis, según BizBuySell.com, una plataforma de compraventa de pymes. En los últimos tres meses, 1.814 negocios cambiaron de dueño, un 5% menos que en el trimestre anterior y un 9% menos que en el mismo período del año pasado. «El aumento en las ventas de las compañías de los baby boomer está muy lejos de lo que se esperaba hace unos años», reconoce Ronald Johnson, broker y presidente de ABI Group Inc, una firma de San Ramon (California, EE.UU.). «Los dueños de muchas empresas tienen buena salud y disfrutan con el reto», asegura.

Algunos analistas esperan que la actividad aumente los próximos años, a medida que los miembros de esta generación se acerquen a los 60 años. Según los datos de Barlow Research Associates, casi un tercio de los negocios que factura entre 100.000 dólares (90.000 euros) y 10 millones de dólares (9 millones de euros) cambiará de dueño en los próximos cinco años. La mayoría de estos propietarios espera traspasárselo a un familiar o a otra persona, pero más de un tercio de los que venden menos de 500.000 dólares (450.000 euros) anuales planean finiquitarlo cuando se retiren.

Preparar a una compañía para la venta normalmente lleva tres o más años, asevera Michael Kalscheur, consultor financiero de Castle Wealth Advisors en Indianápolis. El proceso implica presentar unas cuentas claras, que reflejen la verdadera situación financiera de la empresa, preparar a los principales directivos y otros cambios de imagen corporativa.

A Francine Maniow -que a los 72 años es dueña de una compañía que ofrece alojamiento para largas estancias a trabajadores de empresas- le costó cinco años encontrar a alguien que le pareciera adecuado para asumir la presidencia de la firma, que fundó hace más de tres décadas. «Finalmente, después de todo este tiempo, voy a poder dedicarme a lo que más me gusta, las ventas y el márketing», asegura Manilow, que piensa repartir la propiedad del negocio entre sus empleados. «A principios del próximo verano, espero haberme liberado ya de las principales responsabilidades», concluye.

Disfrutar de la recuperación

Los dueños de los negocios que sufrieron con la crisis tienen nuevas oportunidades con la recuperación. Es el caso de Gary Morrison, de 60 años, dueño de AR-EN Party Printers, una empresa que fabrica accesorios personalizados para fiestas. Últimamente ha recibido más de media docena de ofertas para vender la compañía. A todos les ha dicho que no está interesado hasta que alcance su actual objetivo de llegar a 100 empleados y facturar 10 millones de dólares (9 millones de euros) en ventas. «Creo que todavía puedo aprovechar un último período de crecimiento y entonces el negocio multiplicará su valor», asegura Morrison, que compró la empresa a su madre hace ya dos décadas. Según asegura, tiene previsto mantenerse al frente de la firma hasta cumplir los 65 años. «Me encanta mi trabajo», afirma.

 

Fuente: Wall Street Journal.